Me hace gracias, parece que nos afecte tanto en nuestra vida cotidiana cualquier tipo de tiempo meterológico.
Caen 4 gotas de agua y la gente pierde el respeto, todo es locura, todo es prisa, todos mojados, todo son malas caras, llegas tarde al curro o a casa o quien hayas quedado...
Lo que nos llega a afectar el tiempo!
Esta mañana iba a coger mi bus, lo veo de lejos (no muy lejos) me pego mi pequeña carrera y se me ha ido en mis narices por 5 segundos. No culpo al conductor, porque pobre, igual ni me ha visto, culpo a la gente que estaba en la marquesina que me ha visto y no ha hecho amago para parar el bus. GRACIAS!!
Encima, llega otro bus (no de la línea que yo tenía que coger) y baja una señora por la puerta de delante. Vale, entendible porque es mujer mayor y vete a saber si esta bien de la cabeza. Pues la señora muy borde me dice: -Déjame pasar- Cuando había otras personas que también que dejar pasar que estaban a mi otro lado.
La gente se vuelve amargada y malhumorada por esas 4 gotas. No sé si nos damos cuenta o simplemente, enfocamos toda nuestra rabia y odia hacia las personas que pasan por delante nuestro, cuando no tienen nada que ver con la movida mental que se llevan.
El tiempo nos afecta de tal manera, que un día de Sol salímos de casa cantando y felicianos y un día llúvia podemos salir con ganas de cabrearnos.
Intentemos que no sea así. No creo que los ingleses estén siempre cabreaos ni los mejicanos siempre de cachondeo.
¿Qué ayuda un día con Sol? Sí, no lo vamos a negar. Porque hoy voy con los pies mojados. Con un suplemento de paragüas que tiene que venir conmigo, si no quiero empaparme también la cabeza y hombros. No tengo botas de agua, pero que llueva por la mañana, ponerte las botas de agua y por la tarde un Sol radiante... significa pies asados al final del día.
Aunque la lluvia tiene su punto bonito, romántico como dice un amigo mío. Hay que disfrutarla, porque gracias a ella tenemos agua.
by Charradora
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