A veces es mejor callar que hablar

A veces es mejor callar.

¿Cuántas veces nos habremos arrepentido de lo que hemos dicho? UFFF!

Muchas veces decimos cosas que: son para dañar a la otra persona a conciencia, dañamos a la otra persona pero no era nuestra intención o que no lo sentimos...

Hay gente que nace sin filtros... Sí sí, sin filtros.

Tenemos una capacidad mental de que mientras hablamos estamos pensando lo que vamos a decir. A veces, estamos tan enfadados, extasiados, bebidos, enamorados... en un estado no normal ni estable que por nuestra boca salen palabras que luego nos arrepentimos. Pensamos: -¿Por qué coño he dicho eso? El problema es que no podemos ir hacia atrás en el tiempo y modificar lo dicho.

Seguramente, que muchas veces lo decimos por decir, sin más. No damos importancia a lo que estamos diciendo, sin pensar en las repercusiones. Pero luego viene rebotado eso que hemos dicho. Al receptor de nuestro monólogo se le queda grabado a fuego en el corazón/mente de qué hemos dicho y como... y es capaz de reproducir exactamente lo mismo que dijimos.

Hay que pensar muchas veces lo que decimos, porque podemos dañar a las personas que queremos (o que no queremos) y eso nos puede venir como un boomerang de vuelta. 

En ese momento, estamos en una órbita fuera de nosotros y no nos damos cuenta, pero... Ay amigos... nos daremos cuenta cuando nos suelten las perlitas de vuelta.

Un TE ODIO, un TE QUIERO, un NUNCA TE HE QUERIDO, un ESTÁS MÁS BUENO QUE EL QUESO, un MEJOR LO DEJAMOS, un NO TE ENGORDES, un HOY SE TE VE UN POCO FEA, un ¿ASÍ VAS A IR VESTID@?, un PUES ASÍ NO PIENSO CRIAR A MIS HIJOS, un NUNCA MÁS VOLVERÉ A BEBER... etc

Dichosas palabras que en su momento son nuestras ayudantes, colaboradoras, nos dan fuerza y derepente... se deshinchan y son nuestras peores enemigas. Y lo que habías dicho, suena tan ridículo y poco firme, que duele... y ahora una simple palabra o minúscula frase, hay que rebatirla con una seguido de perdones y monólogo insaciable para que la otra persona cambie de opinión sobre nosotros. Se ha llevado una idea equivocada. Todo por culpa de que nuestros sentimientos nos han hecho pasar una mala jugada... y con ello podemos perder todo... ¿o es lo que queríamos?

En definitiva, las palabras son armas con un filo bien afilado. Luchemos con ellas para hacer algo bien, pensando antes de actuar.

by Charradora