Mi post de hoy me lo ha inspirado una imagen que he compartido con algunas amigas que nos sentimos bastante identificadas con el mensaje que iba incorporado, la verdad.
Me ha hecho recordar viejos tiempos-mozos de hace muchos muchos muchos años atrás.... bueno, no tantos, pero que nuestras vidas eran algo distintas que ahora:
"Vamos de princesas, pero Bebemos más que los Vikingos".
En esta frase hay varias cosas que me gustaría analizar y decir.
Una de ellas... ¿por qué hemos de ser todas princesas? Yo siempre digo lo mismo, "no soy una princesa, soy una Jedi". Me mola más ir con la espada láser y luchando al lado de la Luz. El lado oscuro no va a poder conmigo.
¿Qué hay mujeres que les encanta y se sienten princesas, reinas o como se quieran llamar de la alta realeza/nobleza? ¡Pues chupi! Ahí yo no entro. Cada una que sea lo que le dé la gana o lo que le medio dejen hacer.
Yo soy más terrenal, más obrera, más realista y más luchadora. ¡Soy una Jedi! La que se lo curra y está al pie del cañón. La verdad, que es superaburrido ver las cosas a distancia. Lo que mola es estar "in situ", peleando y oliendo en el mismo escenario de "combate". Si no lo vives de primera mano, no puedes saber mucho de ello.
Me remito (y ahora hago un "kitkat" y voy un momentito a la política):
- ¿De qué sirve un ministro de educación de profesión abogado, si no ha ejercido como profesor? ¿De qué va hablar si no sabe la realidad de verdad en las clases o en los colegios?
- ¿En que nos ayuda un/a ministr@ de defensa si no ha ido a la mili ni le han educado en el ámbito de la "guerra" (por llamarlo de alguna manera)?
Y así podría seguir con muchos casos.
Total, que ya analizando la otra parte, la del recuerdo de "Bebemos más que los Vikingos"... viene a mi mente y mis recuerdos, esos momentos de fiesta con mis amigas y amigos.... en fiestas del pueblo (cualquier ocasión era buena para decir fiesta y celebrar algo como carnaval, semana santa, santa ana, sant cristobal, etc), esos fines de semana por la Barcelona nocturna, más concretamente en la zona de Marina, en nuestro santuario sagrado durante tantas y tantas horas de bailoteo rockero. Quien dice bailoteo, dice algún empujón, saltos, los cuernos en las manos, bebiendo nuestras litronas de birra o calizmocho... ¡Qué tiempos aquellos!
La verdad, que de los 20 a los 30 son una época donde tu estómago e hígado se fortalece con idas y venidas, con líquidos extraños o en exceso, a horas infastuosas o perfectas, etc. Como dice bien mi buena amiga que hace casi 30 años que nos conocemos: "Éramos pozos sin fondo". Lo que llegábamos aguantar y a beber.
Que sí, que hay que beber con moderación. No lo niego esa parte. Pero.. ¿a quién nunca se le ha ido un poquitín la mano bebiendo sin darse cuenta? Allí hay un poco de dilema el ser supercorrectísimos a ser correctos y él, "yo no bebo ni una gota de alcohol", o el ser reales y carnales, que muchos (por no decir, un alto % de personas) hemos salido de marcha con unas cervecillas de más.
"La vida está para beberla y disfrutarla agustito. No te la bebas de golpe, porque vas a coger una caraja, que la resaca va a ser apoteósica."
by Charradora
