Gotas caen

Hay días que odiamos las lluvia y de otros que ansiamos que llegue.

Nos quejamos porque llueve muchos... Y cuando no llueve, nos quejamos porque no cae ni una mísera gota.

Ni nosotros mismos sabemos lo que queremos. Que cambiantes somos, como el tiempo.

Un día de invierno puede hacer un Sol espléndido, que casi nos tentamos a quitar la chaquetilla para andar en manga corta. Y esto nos sube la autoestima, la alegría, las endorfinas y todo lo que engloba al buen estar. Aix, como echamos de menos el Sol y sobretodo el verano. Ay, deseado verano.

Ah, amigos! Pero cuando este llega, nos cansamos del Sol. Del bochornazo (como hace en mi linda, pero bochornaza ciudad), de como pica el Sol, pero a la sombra también. De no poder salir, cuando tienes más horas de luz, pero nos arde la piel. De como deseamos estar en el agua... ¿Agua? Sí, agua. Deseamos que algún día (que no tengamos planeado hacer ninguna actividad de playa, piscina o al aire libre) nos llueva, siempre y cuando estemos a refugio, en casa.. vaya, que ese día hayamos programado aburrirnos como ostras estando en casa.

¡Oh, deseada lluvia! Cuanto hacía que no venías y nos aliviabas de este calor sofocante y Sol radiante, que hace que nuestras lindas y lactosas pieles color blanco nuclear, se vuelvan de un color un tanto rosa tirando a salmón o gambón. Oh lluvia, por fin llegas.

Y llegas con ganas, con truenos, relámpagos, viento, mojarnos, a cubierto, no salgas, con chanclas y algún que otro resbalón, corre que tengo la ropa en el tendedero, solo me apetece algo calentito, un té por favor, me apetece ya ponerme pantalón largo...

La verdad, que de vez en cuando apetece una cosa y otras veces otra. 

Todo en su justa medida es perfecto:

El Sol nos ayuda a florecer, a dar vitaminas, a alegrarnos, a salir a la calle y relacionarnos, etc. 

Y nuestra querida lluvia, nos ayuda a ... mira, también a florecer, a veces incluso a alegrarnos (necesitábamos una buena excusa para no salir de casa, hoy no nos apetecía salir a la calle), a llenar nuestros embalses de agua, que por desgracia, este año están bien secos.

Lluvia en su justa medida... es bien!

by Charradora