Habrá muchísima gente que no le dé importancia a mis palabras (respetable y comprensible), ni a mis hechos, ni mi vida, ni nada que tenga que ver conmigo... Por muchas razones; porque suficiente tiene con su propia vida y sus propios problemas, porque no coincide con lo mismo que pienso yo, porque para leer absurdeces mejor no leer, porque no quiere perder el tiempo, o no tiene el suficiente tiempo para leer, porque no sabe que existe este blog, porque lo ve tarde, porque lo lee a medias y ya no se acuerda, porque no le motiva la mitad de los posts... etc.
Hay tantos motivos... pero hoy quisiera darle importancia a algo que la gente no se para a pensar... LA DONACIÓN DE SANGRE!
Much@s no van a donar sangre por tantos motivos, también. Les da miedo la aguja, no tienen tiempo, les da palo, tienen miedo a contagiarse a algo, etc.
Pues bien, hoy voy a contar mi propia y personal experiencia.
No soy nada amante ni de las agujas y ni de la sangre. De hecho, soy una persona bastante aprensiva si veo sangre. Solo con decir que cuando me explican alguna operación, un corte, etc... me puedo llegar a desmayar.
Anécdota: Hace años atrás, operaron a mi abuelo y fuimos a verlo al hospital toda la familia. Pobre hombre, estaba bien, pero tenia que estar sentado porque no valía nada de pie. Empezaron a explicar la operación y tuvo que levantarse mi abuelo de la silla donde estaba, porque allí es donde me tiré chafada un buen rato hasta que me recuperé. Lo que faltaba, él recién operado y la que se caía era yo. Vaya panorama!
Las agujas no me gustan. Quien diga que le gustan... esa persona es rara, no nos engañemos. Es ser un poco masoquista eeee
Donar sangre es muy importante. Parece que no, pero tanta gente, cada día, les hacen tantas transfusiones de sangre, pierden sangre en los quirófanos, en un accidente (doméstico, de coche, laboral...), etc. No somos consciente de lo que podemos llegar ayudar.
La sangre que nos fluye por las venas puede ayudar a tanta gente a vivir... De hecho, nos sobra. Si donamos, la naturaleza de nuestro cuerpo es tan inteligente que nos crea más en nuestro cuerpo sin daño o repercusión alguno.
¿Por qué no donar? La verdad, que no puedo contestar a esta pregunta, porque yo he donado desde que pude.
Anécdota: Cuando cumplí la mayoría de edad, a los 18 años, decidí que quería hacer un cambio en mi vida de adolescente a vida adulta legal. Quería hacer un bien para alguien o alguienes que yo no conociera. Tampoco me hacía falta que me vinieran a dar la enhorabuena por mi gesto. Un acto altruista que solo yo misma lo sabría.
Tengo la gran suerte de que mis padres son donantes, no solo de sangre, donarán todo su cuerpo a la ciencia o a quien lo necesite para vivir una vez que ellos ya no necesiten este cuerpo. ¡Los admiro!
Me siento orgullosa de mi misma, por la gran decisión de donar mi sangre a alguien que lo necesita urgentemente para vivir. Sin pedir nada cambio. Y de esto ya hace casi unos 15 años que dono sangre.
Anécdota: Hace muchos años, cuando yo aún no podía donar por temas legales, un conocido nuestro tuvo un gran problema de leucemia. En ese momento era menor de edad, más joven que yo. Toda mi familia se volcó a donar sangre; mis abuelos maternos, mis tíos maternos, mis padres... Sin pedir nada a cambio, solo una única cosa, que pudieran utilizar sus sangres para recuperar a esa persona. Esto tiene un final feliz, y es que esa persona superó esa enfermedad y no tiene repercusión alguna. Tiene una vida plena y nadie nunca diría que estuvo malita esa persona.
Y así miles de historias os podéis encontrar.
¿Seguís pensando en no donar sangre? Bueno, también podéis hacer como yo. Decirle a vuestra madre que la invitáis a merendar y la lleváis a donar sangre. Jejejejeje
Por favor, no seáis tan egoístas. A todos nos sobra sangre... DONAD SANGRE!!
by Charradora
